En la tarea de descentralizar el trabajo de veeduría ciudadana, y con el ánimo de fortalecer la red de veedores de Manizales, la Corporación Cívica de Caldas (CCC) viene visitando algunos barrios de la ciudad. Con esta labor se espera conocer y apoyar el trabajo de veeduría que se hace en cada uno de los territorios.
En esta ocasión, la CCC visitó el barrio La Cumbre, el nororiente de la ciudad. Allí asistieron algunos líderes de la zona con el fin de detallar situaciones que hoy vive el barrio y contar cuál es el trabajo de veeduría que vienen haciendo.
Se destacó la preocupación de los habitantes del sector frente a los siguientes temas, en los cuales la CCC espera que las autoridades encargadas garanticen respuestas, diálogos y soluciones:
- Cobro de valorización: A los habitantes de La Cumbre también les vienen cobrando valorización por la obra del intercambiador vial de La Carola. Su preocupación se centra en que consideran, al igual que otros ciudadanos de los barrios de influencia de la obra, que no es clara la manera como se ha definido el valor del cobro para cada hogar. En este sentido han señalado que consideran que el aprovechamiento de la obra por parte La Cumbre no es equiparable al de otras zonas de la ciudad, pues en su criterio, su movilidad, al menos en transporte público, se concentra más en trayectos diferentes al de la avenida Kevin Ángel.
- Gobierno del agua para las quebradas: Existe la preocupación por el estado actual de los cuerpos de agua de la zona y sobre una supuesta falta de planeación para el futuro. Los habitantes del sector han corroborado tres situaciones: el asentamiento irregular de viviendas a la orilla de las quebradas El Popal y Olivares, la explotación de areneras y el posible vertimiento de aguas residuales sobre estos caudales.
- Mitigación por urbanizaciones: En la zona se viene desarrollando la edificación de dos urbanizaciones a gran escala y con alto impacto, uno en el terreno de La Aurora y otro en el de Betania. Para los habitantes de La Cumbre persiste la preocupación por las consecuencias que estas obras de vivienda podrían generar. Por un lado, el impacto ambiental que llegaría a afectar los cuerpos de agua y la zona forestal de reserva. Aunque se ha discutido públicamente la situación y se han establecido compromisos por parte de constructores y autoridades ambientales, los habitantes no perciben que se estén adelantando trabajos que garanticen el cumplimiento. Por ejemplo, mantienen la preocupación sobre el tratamiento de aguas residuales del cual se ha hablado para la quebrada El Popal, sobre la red de servicios públicos y sobre los corredores ambientales para la protección de especies de fauna y flora. Por otro lado está el impacto que las urbanizaciones generarían en términos de movilidad. En este sentido, los habitantes resaltan que no conocen soluciones o planes que garanticen que las vías de acceso al barrio (vía Minitas o vía La Sultana) no colapsen con el nuevo flujo de vehículos, especialmente de carros y motos particulares
Solicitudes para las autoridades
- Para los habitantes de este sector y para la CCC es indispensable que el Invama realice encuentros ciudadanos en esta zona. El barrio La Cumbre, a pesar de estár más retirado de la obra de La Carola, también fue afectado con el cobro de valorización, por lo cual es necesario garantizar la interlocución con los ciudadanos y la transparencia del cobro por valorización.
- Para los habitantes de La Cumbre y para la CCC es indispensable que las autoridades ambientales, como Corpocaldas, gestionen planes de manejo que garanticen la integridad de las quebradas y el estabilidad del entorno ambiental de la zona. Los habitantes aseguran que en diálogos anteriores con Corpocaldas se contempló la posibilidad de generar un POMCA para el manejo de estas quebradas. En el criterio de la CCC, esta es una posibilidad que se debe seguir analizando con la idea de darle solución a esta preocupación.
- La CCC solicita a las Secretarias de Planeación y de Transporte que den a conocer sus análisis de impacto y sus soluciones de movilidad para el sector, frente a la construcción de las urbanizaciones de La Aurora y Betania. A su vez, se solicita que ejerzan un control permanente para que las empresas constructoras cumplan con sus deberes y compromisos en materia de movilidad.
- Respecto del impacto ambiental de las urbanizaciones, la CCC le solicita a la Secretaria de Medio Ambiente de Manizales y a Corpocaldas que garanticen las medidas de mitigación que les corresponde como autoridades ambientales, y que, además, controlen y supervisen el cumplimiento de los deberes y los compromisos que tienen las empresas constructoras en materia ambiental.
- A la Secretaria de Planeación y a la Alcaldía Municipal le hacemos una solicitud especial para que se impongan límites claros a la expansión urbana y a la zona de conservación ambiental en el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial, siempre priorizando el derecho de los manizaleños a contar con un ambiente sano. También que establezan compromisos públicos para que lo dispuesto en el Plan de Ordenamiento Territorial no sea desconocido con mecanismos o normas nacionales que vulneren la autonomía constitucional del municipio para definir su planeación del territorio.