La Corporación Cívica de Caldas (CCC) y la Corporación Manizales en Común (MEC) expresan su preocupación respecto a la falta de control de la Asociación Cable Aéreo de Manizales frente al manejo de losrecursos de pasajes, tarjetas y taquilla. Para ambas organizaciones ciudadanas se trata de una negligencia recurrente sobre la cual, a pesar de declaraciones públicas y de compromisos de mejora, no se han establecido correctivos suficientes que garanticen la custodia adecuada de estos recursos públicos.
La Contraloría General del Municipio de Manizales acaba de publicar un informe que da cuenta de varias situaciones preocupantes, dentro de las que resaltan:
- El control del ingreso de usuarios y la venta y recaudo de tiquetes y tarjetas continúa siendo deficiente. El sistema de torniquetes es vulnerable y no ofrece seguridad, puesto que permite el acceso con tiquetes no originales, adulterados y con objetos de otra índole que emulan el plástico original, es decir, con cualquier elemento que pase por su ranura e interrumpa un haz de luz óptico. La Contraloría ha advertido que “es un sistema obsoleto con alto riesgo de fraude y corrupción, lo que ha ocasionado una pérdida diaria de recursos a la entidad”. La auditoría además encontró que esta situación se agrava al verificar que la empresa no cuenta con protocolos de seguridad para retirar los tiquetes de los torniquetes y al constatar que la venta de los mismos se hace de manera manual entre el operador y el taquillero, es decir, que todo este procedimiento manipulable facilita la pérdida de los tiquetes o su extracción del sistema, mientras que por otra parte impide llevar un control de la relación que debe existir entre número de pasajeros y tiquetes vendidos. Finalmente se observó que no hay control de los tiquetes no originales que aparecen en los torniquetes, pues su falta de custodia no les permite dar de baja en el control de la contabilidad.
- La Asociación Cable Aéreo no está cumpliendo de manera eficaz con los arqueos de taquilla necesarios para garantizar un control del efectivo recaudado. A partir de auditorías anteriores, la empresa se había comprometido a realizar entre 10 y 16 arqueos al mes, tanto parciales como de cierre de taquilla. Según encontró la Contraloría, durante el 2017 se realizaron apenas 74 arqueos –debieron haber sido al menos 120– y, más grave, entre enero y abril de 2018 tan solo se efectuaron 6 arqueos –debieron ser al menos 40–. El arqueo es un procedimiento esencial para el control de recursos, que procura auditar, a través de conteos periódicos, si el efectivo recaudado corresponde con la contabilidad diaria y con el número de pasajes vendidos. Esta situación se agrava ya que por un lapso prolongado el funcionario a cargo de la custodia de los tiquetes era el mismo que hacia el conteo y suscribía las actas, razón por la cual el ente de control señala que no hay confiablidad sobre los inventarios realizados por el Cable Aéreo.
- Se reconoce el proceso que se viene adelantando con Infimanizales e Inficaldas para implementar el sistema de tarjetas inteligentes. Sin embargo, la Contraloría alertó sobre la necesidad de manuales de procedimiento para el manejo de tarjetas, tanto para usuarios como para funcionarios, el soporte técnico de los torniquetes y del software, así como lectores en las taquillas para que los usuarios verifiquen los valores recargados, elementos que en su parecer no se estarían teniendo en cuenta. Adicionalmente, señaló que la impresión de logos en las tarjetas se está contratando con un proveedor, desconociendo que Inficaldas entregó una impresora para ese fin.
Para la Corporación Cívica de Caldas y Manizales en Común es muy grave que la Asociación Cable Aéreo de Manizales no tenga control de sus tiquetes, ni de su efectivo, ni del número de pasajeros que está transportando diariamente. Es una situación que pone a los recursos públicos en altísimo riesgo de corrupción y de ineficiencia. La fácil manipulación de los tiquetes originales y no originales permite pensar en la imposibilidad de una correcta auditoría de los recursos que ingresan al sistema, en fugas de efectivo, en posibles ventas por fuera del sistema. La falta de conocimiento real sobre el número de personas que se transportan, debido al número de ingresos con tiquetes adulterados o con otros objetos, obstaculiza la planeación de los recursos públicos, el control sobre el efectivo diario en las taquillas, y la determinación del real estado financiero de la empresa.
Ambas organizaciones consideran que ha faltado diligencia al momento de plantear soluciones urgentes a estas situaciones, mucho más cuando venían siendo advertidas por funcionarios de la misma empresa y por la Contraloría desde el año 2014. Una responsabilidad que no era solo de la empresa sino también de su Consejo Directivo. Parece que se han aplazado todas las soluciones a la generación del nuevo software y a la implementación de las tarjetas inteligentes, no obstante, podían haberse planteados protocolos inaplazables en defensa de los recursos públicos.
Preocupa que el informe de la Contraloría haya encontrado que Infimanizales y el Alcalde fueron informados desde 2016 sobre la urgencia de contar con medidas de control y prevención –incluso medidas que no tenían que ver con la tecnología usada– y que aun así hubieran aplazado hasta hace poco su implementación.
La Corporación Cívica de Manizales y la Corporación Manizales en Común vienen haciendo seguimiento de estas alertas en la operación del cable aéreo de la ciudad y desde la labor de veeduría ciudadana seguirán reclamando las medidas que se requieran ante las autoridades competentes.
CAMILO VALLEJO GIRALDO. Gerente – Corporación Cívica de Caldas
DARÍO ARENAS VILLEGAS. Director – Manizales en Común.