Desde el departamento de Caldas, región donde el exsenador concentra gran parte de su poder e influencia política, la Corporación Cívica de Caldas insta a que la acusación por acoso que publicó el diario español El País (Sección América, Colombia), sea asumida con total seriedad, a fin de que sea investigada desde el rigor.
Es de resaltar que la acusación contra Mauricio Lizcano data de cuando era senador de la República, cargo al cual llegó con una alta representación del departamento de Caldas, y mientras era directivo de un partido político en la región. Así mismo, este debe ser un caso emblemático para Caldas, con miras a garantizar protocolos y prevenciones que requieren los ambientes propicios al abuso de poder y a la inequidad de género, ambientes que no son ajenos a las oficinas públicas del departamento.
Ahora, a la acusación se suman las recientes declaraciones de un exsenador y otra periodista frente a prácticas misóginas en el Congreso de la República, por lo que esta no puede limitarse a “amenazas que provoca su cargo actual”, algo que el exsenador y hoy director del DAPRE manifiesta, entre otras cosas, en un comunicado oficial frente a la acusación.
La Corporación Cívica de Caldas viene publicando información sobre la inequidad a la que se enfrentan las mujeres en la financiación de campañas electorales (en alianza con Transparencia por Colombia), y así mismo, las manifestaciones de violencia a las que pueden verse sometidas al asumir roles de liderazgo social, político y comunal (en alianza con la Misión de Observación Electoral, MOE). Esto último, es una realidad a la que la actual gerencia de la Corcivicaldas se ha visto enfrentada, al realizar sus funciones de control social.
En conclusión, que se investigue y que haya garantías. Lizcano es un hombre con poder, investigar la acusación es una garantía mínima que hoy debe brindar el poder público.
Maria Úrsula Botero.
Gerente de la Corporación Cívica de Caldas.
Foto: El Heraldo.