La Alcaldía del Dr. Jorge Eduardo Rojas propone crear una empresa para la operación catastral de los municipios del país.
Vale la pena recordar que la experiencia en Manizales no ha sido buena en montar empresas del estado. Este año, la ciudad se encuentra liquidando dos: Ideas Más y ERUM. Sin entrar en el caso lamentable de Ideas Más, ERUM es un referente importante. Es una entidad que también se fundó con un objetivo claro y una justificación deseable, pero su propósito inicial no solo no fue cumplido, sino que por el camino se le agregaron otros oficios que la mantuvieron viva, hasta que finalmente se admitió que no tenía sentido su funcionamiento.
La CCC se permite recomendar a los honorables concejales que revisan el proyecto de acuerdo y están a cargo de su aprobación, que soliciten los ajustes necesarios y convenientes para que esta nueva iniciativa blinde su objeto social y su propósito. De tal manera que, si no se consiguen los resultados esperados, no se convierta en una entidad burocrática a la que se le agregan proyectos y funciones no relacionados con su función inicial para mantenerla viva.
El contexto por el que se abre esta nueva entidad es el siguiente.
Durante más de 80 años, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, comúnmente conocido como IGAC, estuvo encargado del catastro colombiano. Con el paso del tiempo, la tarea superó las capacidades operativas de esa entidad y el catastro se fue atrasando. En 2019, el documento CONPES 3958 mencionaba una desactualización aproximada del 94% en el registro catastral del país.
Para solucionar esa situación, nacen las figuras de los Gestores y Operadores Catastrales, en quienes el IGAC, después de habilitarlos, puede delegar funciones. Son agentes con roles complementarios, pero con responsabilidades distintas: los gestores administran, planean, fiscalizan las actividades de los operadores y responden a las solicitudes y trámites de los ciudadanos. Los operadores levantan la información en campo, la ingresan al sistema y apoyan a los gestores en la implementación de acuerdos y programas. En términos de inversión, proceso y cumplimiento de requisitos, es mucho más difícil ser gestor que ser operador.
A pesar de que hay 42 gestores catastrales autorizados por el IGAC, solo 2 de ellos tienen autorización para operar fuera de su jurisdicción. Estos son la Unidad Administrativa Especial del Catastro Distrital de Bogotá y MASORA – Municipios Asociados del Altiplano del Oriente Antioqueño.
Considerando la necesidad de actualizar el catastro nacional la Alcaldía del Doctor Jorge Eduardo Rojas ha visto una oportunidad de negocio y por eso está tramitando ante el concejo de la ciudad un proyecto de acuerdo para crear una nueva entidad descentralizada adscrita a la Alcaldía de Manizales.
La nueva empresa industrial y comercial del Estado, bajo la forma de una sociedad por acciones simplificada, tendría por objeto que el municipio de Manizales, -inicialmente al menos- en asocio con MASORA en su calidad de gestor catastral y otras entidades públicas, pueda realizar la operación catastral en múltiples municipios de Colombia. MASORA no es un actor nuevo en la gestión catastral de Manizales, lo nuevo sería la sociedad con ellos para un trabajo conjunto con objetivos comerciales y financieros.
En términos de participación accionaria MASORA participaría con un 51% de las cuotas o acciones. El 49% restante estaría conformado por el Municipio de Manizales e Infi Manizales. Aunque en términos de mercado el primer cliente para la actualización catastral sea el mismo municipio de Manizales y los del área metropolitana, el diagnóstico que da lugar a la iniciativa toma en cuenta un escenario nacional en el análisis de la viabilidad de la nueva empresa.
La creación de esta nueva empresa se presenta como una oportunidad de negocio, con claras expectativas de rentabilidad. Tanto así que se prevé que las presuntas utilidades irían a apoyar las metas del plan de desarrollo. En términos financieros, se afirma que la inversión en dinero sería mínima, porque lo que se pretende es integrar las capacidades administrativas del municipio y de Infi Manizales, sumado a la experiencia del operador catastral. La inversión sería de cincuenta millones de pesos ($50.000.000) por accionista, cuya finalidad es asumir los costos de consolidación y conformación de la sociedad.